§ A los culpables de ese
delito conocido por el eufemismo de violencia
de género (vulgo asesinato de mujeres por ser mujeres; es decir, que la
maté porque era mía), incluyendo a los jueces (plural que, no se olvide, se
refiere tanto a los juezos como a las
juezas) que tan indulgentes se
muestran a veces con esos delincuentes, habría que hacerles pasar por el
confesonario e imponerles como penitencia, a modo del No hablaré en clase de nuestra más remota infancia, escribir un
millón de veces en la pizarra el texto de la novela de Roberto Bolaño 2666. (Si el castigo parece excesivo,
con que escriban La parte de los crímenes
daremos la penitencia por cumplida.)
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