lunes, 11 de mayo de 2015

Tonto el que lo escribe

§ Me desprecio profundamente por tanto como ignoro.

§ Con la vanidad sucede algo muy curioso. Quien declara que la tiene, o bien no la tiene (aporía del tonto que esto escribe o mentira del declarante, y en este último caso falsa modestia, lo que no deja de ser una forma de vanidad), o bien tiene muy poca (eso ya me lo puedo creer), o bien -y esto no es excluyente con la opción anterior- le pasa con ella lo que a san Vicente Ferrer: que va y viene pero no se detiene. En cambio, a la gente que no la declara ¡cuántas veces se le ve en la cara!

§ (Por llevar la contraria al de aquí arriba: la vanidad, como la muerte o el embarazo, ¿admite grados?)

§ ¿O quién es más de culpar, / aunque cualquiera mal haga: / quien publica por la paga / o quien paga por publicar?


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