viernes, 25 de septiembre de 2015

Preguntas, preguntas, preguntas

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Por qué existo? ¿Por qué soy el que soy? ¿Por qué soy infinito? ¿Por qué soy eterno? ¿Por qué no tengo principio ni fin? ¿Por qué (¿no es irónico?) soy omnipotente? ¿Por qué (¿no es todavía más irónico?) soy omnisciente? ¿Por qué soy ubicuo, o, por decirlo de otro modo, omnipresente? ¿Por qué tuve que crear un universo (o, según las últimas noticias, múltiples o incluso infinitos universos)? ¿Por qué había de tener un maldito, puto y puñetero plan? ¿Por qué y para qué los ángeles y los arcángeles, por qué y para qué los querubines y los serafines? ¿Por qué diablos y para qué demonios los ángeles caídos? ¿Por qué —delenda est figlina— tuve que modelar con arcilla un mono evolucionado que habría de terminar inventándome a su imagen y semejanza? (¿Por qué habré tenido que ser tan chapucero?) ¿Por qué, después de diluvios universales y lluvias de fuego, tuve que elegir un pueblo elegido? ¿Por qué tuve que escribir el más leído, el más traducido y el más vendido de los libros (del que, por cierto, aún estoy por ver un solo céntimo en concepto de derechos de autor)? ¿Por qué tuve que adoptar la máscara de un viejo cascarrabias, iracundo y vengativo? ¿Por qué tuve que aceptar después el papel de un jovenzuelo blandengue, conciliador y compasivo? ¿Por qué no digo ni pío (tú, santo palomo, ¿para qué hostias quieres el pico?) cuando no dejan de tomar mi nombre en vano? ¿Por qué sigo sin ver un solo céntimo en concepto de derechos de autor si de mi libro ya se han hecho tres versiones y múltiples por no decir que incontables ediciones? ¿Por qué, Dios mío, tanta pregunta? ¿Por qué, Dios mío, tanto porqué? ¿Habrá de ser así por siempre y para siempre? ¿Habrá de ser así por todos los siglos de los siglos amén? ¿Nunca jamás podré dormir sin sueños? ¿Nunca jamás podré dejar de ser el que no quisiera ser? ¿Nunca jamás me será permitido abandonar esta inexplicable e incomprensible existencia de una maldita, puta y puñetera vez?

No hay comentarios:

Publicar un comentario